Una fuente de la policía informa que se han formado grupos de reacción que evitan accidentes en estadios de futbol donde haya enfrentamientos, sin el uso de la fuerza
Por Llanely Rangel
Ciudad de México 21 de noviembre (SinEmbargo/JuanFutbol).- Tribunas descontroladas. Repletas de aficionados que imitan al hooligan inglés y al hincha sudamericano. Cerveza que distorsiona los sentidos. Un gol en contra puede ser volátil. Ante esa combinación el policía auxiliar es ineficiente para controlar la violencia. El tolete, las esposas y el gas pimienta se vuelven nada cuando los barristas superan en número.
El Gobierno del Distrito Federal ha tomado cartas en el asunto y capacita a grupos de reacción para los partidos considerados de alto riesgo, afirma una fuente policial anónima a juanfutbol.
«Son grupos de fuerza de reacción, 40 a 50 policías con escudo. Cuando son porras, depende del tipo – la porra del América es de las más fuertes, clave 470 – ese grupo se encarga de encapsular y llevarla a un lado donde sólo estén ellos».
Hasta hoy la Secretaria de Seguridad Pública despliega un máximo de 7 mil elementos para un partido de alto riesgo. El Azteca promedia 44 mil 20 asistentes por temporada regular, lo que significa que a cada policía le toca resguardar y controlar a seis aficionados. En pocas palabras, son insuficientes.
Los granaderos encaminan a la porra desde el punto en el que se reúnen (generalmente alguna estación del metro) hasta la entrada principal del estadio. El problema surge dentro del recinto deportivo, no todos los grupos policiales saben cómo reaccionar ante actos violentos desencadenados. Uno de los problemas que solucionará el nuevo grupo.
«Somos 36 mil elementos. Desde que empezaron [a defender] los de los Derechos Humanos [a las barras], ya no podemos utilizar los toletes o las tonfas, ya no quieren golpear. Nos mandaron para aprender cómo protegernos, porque hay mucha gente a la que no se puede revisar muy bien, se les checa de pies a cabeza y aún así meten petardos a los estadios. Esas fuerzas de reacción los sacan y los presentan [al Ministerio Público]. No es para golpear a nadie, sino para prever los accidentes» , explica el policía.
En la actualidad el grupo de seguridad que resguarda los partidos en el Distrito Federal se divide en tres: policía privada con un sueldo mensual promedio de 5 mil 620 pesos, granaderos o policía montada que gana 8 mil 827 al mes, y la policía auxiliar con un salario de 8 mil 500, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Gobernación.
La nueva capacitación es obligatoria y no se les pagan las dos horas diarias que invierten durante los seis meses que requieren para prepararse.
En noviembre del año pasado, la imagen de un policía inconsciente con la cara completamente ensangrentada mientras siete hinchas lo golpeaban en una grada del Estadio Jalisco, dio la vuelta al mundo.
Se generó un debate sobre si existían protocolos para actuar ante esas situaciones o si los policías estaban preparados para hacerlo. Los barristas no dudaron en afirmar que los grupos de seguridad generan más violencia.
Al respecto el policía explicó que el nuevo grupo tiene como objetivo contener los actos violentos, en lugar de enfrentarlos. «Algunos piensan que una fuerza de reacción es para golpear a la persona, ahorita ya no se puede hacer eso», explicó.
Se le cuestiona sobre las razones por las que en su caso respondería violencia con violencia y explica: «Desgraciadamente somos seres humanos y como seres humanos tenemos errores. Si usted tiene problemas personales y le hacen una broma muy pesada, pues dice ‘oye de qué se trata…'»
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